domingo, 1 de junio de 2008

Psicología y cine de terror

A partir del capítulo “Estrategias psicológicas de terror en el cine” del libro Psicología y cine: Vidas cruzadas, editado por la UNED, estamos aprendiendo a ver de otra manera las pelis y series de terror o suspense. Sabemos que los cineastas se valen de los conocimientos del campo de la psicología para meternos el miedo en el cuerpo o pegarnos un buen susto.

Utilizan como estímulos incondicionados: ruidos intensos, movimientos súbitos, planos fijos seguidos de travelling o elementos extraños. También nos van condicionando otros estímulos, en principio neutros, con estrategias como los planos cerrados, la oscuridad o la filmación subjetiva, esta última nos aterroriza obligándonos a ver a través de la “mirada de la víctima”. Otros ejemplos de la aplicación en el cine de los conocimientos derivados del condicionamiento son las técnicas que utilizan para evitar que los estímulos pierdan su efecto como la recuperación espontánea o la deshabituación.

La tarea que os propongo es que busquéis ejemplos del uso de estrategias psicológicas en este tipo de cine –pueden ser películas o series, como El internado, por ejemplo, donde tenéis un buen surtido de efectos psicológicos–.
Lo que tenéis que hacer os lo detallo a continuación:
  1. Escribir un comentario en este mismo artículo.
  2. Donde describiréis la escena que habéis elegido, pueden ser varias.
  3. Tenéis que explicar la estrategia que utiliza.
  4. Poner el enlace al vídeo.
Dado el tema del trabajo, la fecha tope será el viernes 13 de junio.
Por cierto, como curiosidad podéis seguir estos links: Triscaidecafobia>>>Paraskavedekatriafobia

Éste es un ejemplo de la actividad:

Descripción de la escena: Unos alumnos acuden a clase. El profesor escribe “Pitágoras” en la pizarra y los alumnos reaccionan atemorizados, mirándose entre ellos.
Análisis: El nombre “Pitágoras”, que en principio es un estímulo neutro incapaz de producir por sí mismo ninguna reacción de temor, al haber sido asociado a lo largo de la serie a la imagen del asesino, se convierte en un estímulo condicionado que provoca terror en los personajes y en el espectador, este efecto se ve incrementado por la música in crescendo que suena mientras el profesor escribe el nombre en la pizarra y por el hecho de que el profesor –que se va configurando como “asesino”– esté de espaldas, ocultándose su rostro en ese momento. Otro detalle de esta escena tiene lugar en el minuto 1:35, es el efecto de sonido (estímulo incondicionado) que acompaña el momento en el que el profesor al pasar al lado de los alumnos implicados enuncia la frase: “voto de silencio” y que intensifica la sensación de amenaza al ocurrir emparejado con el plano del dedo del profesor que golpea la mesa de la alumna.